13 Ideas claves para iniciar el curso desde una pedagogía emocional
Vamos a ir al grano, en unos días comienza el curso y este año, más que nunca, te apetece introducir elementos nuevos que te aporten frescura, innovación y te ayude a seguir conectando con tus alumnos y alumnas. Has oído hablar por activa y por pasiva de la educación emocional, incluso has leído este verano algún libro o artículos interesantes sobre el tema, pero necesitas saber cómo llevarlo a la práctica. Sobre todo ahora que tienes una oportunidad magnífica como es la de recibir a tus chicos y chicas un año más para cerrar el ciclo o conocer a un grupo nuevo.
Visto en Fb Maestra de pueblo
En ambas situaciones, la oportunidad es maravillosa, así que voy a darte varias ideas que te pueden ayudar a conseguir esa frescura que deseas. Coge las que quieras, investígalas, pregúntame, cuestiónalas... pero si te sirven, bienvenidas sean. Cada una de ellas se pueden adaptar a las diferentes etapas, sólo es necesario ir conociendo a tus alumn@s, reflexionar sobre qué necesitan e investigar sobre aquellas que creas que puedes sacarle más partido. Todas las he puesto en práctica en infantil, primaria y secundaria.
Allá voy:
- Tanto si el grupo es nuevo como si ya está hecho, dedica los primeros días a hacer dinámicas de grupo cooperativas y actividades basadas en la risoterapia para iniciar el curso lleno de endorfinas y buen clima. Además, si hay un compi nuev@, será una oportunidad perfecta para que se integre y diluya los miedos de los primeros días. No escatiméis en dedicación a estas dinámicas, cuantas más hagáis, mejores resultados tendréis.
- Es muy interesante y emotivo realizar la dinámica del "Te deseo". Tras una pequeña visualización sobre el curso que tienen por delante, todo lo que van a aprender y el grupo en general, deben elegir algo que desean para ell@s mismos a modo de buena intención: "deseo que este curso me ría con mis compañer@s y conozca a nuevos amigos", "deseo ser menos tímida"... cada un@ es libre de elegir aquello que desea mejorar. Cuando ha terminado la visualización, se levantan y uno a uno, les desean a los demás lo que han deseado para ellos, "María, yo te deseo lo que he deseado para mi, que seas menos vergonzosa", da igual si la compañera lo es o no, lo importante es verbalizar el deseo interno y que tenga el efecto que sea en la otra persona. Tod@s, incluido el tutor o la tutora, deben haber deseado al resto de compañer@s cada pensamiento personal.
- Para trabajar la identidad grupal, a mi me encanta elegir entre tod@ un nombre: "la clase de las acelgas", "las águilas observadoras", "los harry potter"... absoluta libertad en su elección. Dedicad un tiempo a hacer un buen cartel que se coloque encima del quicio de la puerta por dentro o por fuera de la clase, y si se le acompaña de una insignia o escudo diseñada por todos, alucinan. Suelo acompañarlo de un tablón de corcho amplio donde colocamos fotos de excursiones, frases que nos gustan, noticias positivas, temas interesantes de debates y sobre todo: el lema o la frase del mes. Una frase elegida por todos y que les inspire una reflexión o compromiso con ellos mism@s o los demás.
- Si tienes oportunidad, no cierres el diseño de la organización del aula para cuando lleguen, invítales a que creen los espacios, diseñen y busquen materiales de decoración en casa para aprender a reciclar. Puedes proponer una lista de ideas y que ell@s, por grupos, lo diseñen y vean qué hace falta. Te propongo algunos espacios que para mi son básicos: Un rincón de la calma con materiales que ayuden a bajar la intranquilidad (bote de la calma, mandalas, laberintos, algo de plastilina...), el espacio de lectura, la mesa del encuentro con un buen esquema en la pared creado entre todos vosotros para resolver los conflictos internos y externos (yo uso herramientas de disciplina positiva).
Visto en "Amidala y los Rebeldes"
- Hay veces que el rincón de la calma y la mesa de la paz puede ser el mismo espacio si no contamos con un aula amplia. Sé que pensaréis que todo esto cuesta dinero y los presupuestos suelen ser escasos o nulos sobre todo para estas cosas. Os propongo que impliquéis a los alumn@s a que sean proactivos en su búsqueda. En qué familia no sobra retales de tela, cuentos que ya no se usan, mesas de camillas o de cualquier tipo, cojines, alguna alfombra... así aprenden la importancia de reusar, se sienten partícipes de la construcción del aula y se les puede invitar a que creen esos espacios en casa. No tiene porqué estar perfecto desde el primer día, se puede construir poco a poco con las cosas que van encontrando o con actividades cooperativas para recaudar dinero que les permita tener los espacios como desean.
- Medita desde el primer día que los niñ@s entren por la puerta del aula. De la misma forma que os saludáis cada mañana, meditar debe convertirse en una rutina. Incluye la atención plena de la misma forma que las fracciones, el ciclo del agua o los minerales... Con los tiempos que corren, es una competencia que necesitarán diariamente.
- Muéstrales de forma visual todo lo que van a aprender durante el curso. Es decir, de la misma forma que le explicarías de qué va Harry Potter o Peter Pan, cuéntales lo que van a aprender en cada una de las asignaturas y para qué les va a servir: "de aquí al final de curso vamos a aprender a ser capaces de crear textos en prosa y haremos un teatro que nos ayudará a...; aprenderemos cómo se resuelven problemas de fracciones para que sepáis dividir de una forma diferente hasta ahora; seremos capaces de hacer una entrevista en inglés; debatiremos sobre temas que os interesen... Muéstrales de una forma globalizada (como si fuera un mapa mental), interesante y atractivo todos los pasitos que van a dar, para qué les puede servir y cómo se relacionan las materias entre ellas. Si esto lo pudiérais hacer de forma dinámica y entre varios docentes, sería alucinante.
- Diseña con ellos qué competencias emocionales intra e interpersonales quieren desarrollar durante el curso y secuenciadlas. Os propongo la dinámica de la "bola de nieve": cada niñ@ escribe en un papel cómo se visualiza al final de curso (se hace una pequeña visualización al principio que los ayude) tanto a nivel de aprendizajes como a nivel personal y grupal. Se recogen todos los papeles y se va haciendo una bola superponiendo cada papel encima del otro. Esa bola se queda en una zona visible y al final de curso se recupera para comparar lo que se ha conseguido con lo que cada un@ diseñó. Yo propongo que además se concrete por trimestre: "Yo me veo al final de curso sin tanta vergüenza para hacer teatros, tener más amigos, hablar menos en clase (lo que sientan y piensen)..." para conseguirlo, qué tienes que poner de tu parte y cómo te ves en navidad, primero, y en semana santa, segundo. Se trata de que puedan evaluar si están consiguiendo lo que se propusieron, si quieren cambiar de objetivos o no, y vean el por qué y el para qué, con el objetivo de mejorarlo y/o pedir ayuda.
- Cread un contrato de grupo en el que se recojan las normas básicas de convivencia que estipula el centro y también, todas aquellas que queráis incluir fruto de sus propios valores: "nos gustaría que cuando un compañero-a no se encuentre bien, podamos pedir una asamblea para hablarlo; respetaremos la diferencia de opinión aunque no estemos de acuerdo; si vemos que hay algún problema de convivencia, pediremos ayuda; la forma en la que nos gusta que se solucionen los problemas personales o grupales son...." Se formula siempre en positivo, se pasa a limpio, se firma por todas las personas (alumnos, docentes y equipo directivo) y se cuelga en el aula en un sitio importante. Se pueden incluir peticiones y compromisos hacia el claustro y las familias. Cada vez que haya un conflicto, ya sabéis de qué documento tenéis que tirar para resolverlo.
- A mi ya no me gusta usar el término "delegado-delegada", os propongo la idea "responsable de grupo". Esta figura puede ir cambiando, lo elige el docente dependiendo de las competencias que cada alumn@ tenga que desarrollar y su función es hacer de puente entre los profes y sus compañer@s. Es decir, se trata de darle una oportunidad al responsable para que aprenda a gestionar grupos, comunicar, pedir, motivar y/o cuidar, no fiscalizar como se hace en mucho sitios. El docente se dirige a esta persona cuando necesita algo del grupo y al contrario. Cuando acaba su función, tendrá una reunión con su referente (tutor-a) para evaluar cómo se ha sentido y qué tiene que aprender de la experiencia, lo escribirá en su diario reflexivo y le comunicará al siguiente responsable lo que más ha aprendido para que lo aproveche (o no) a modo de consejo. La evaluación es un momento muy interesante para trabajar competencias personales. Tod@s deben pasar por ese cargo para entenderlo y aprender.
- Siempre recomiendo que haya en la clase un buzón de los secretos (anónimo o no, lo que cada uno quiera) para que en las asambleas o tutorías se rescate y se vea qué dificultades hay en el grupo, con el objetivo de solucionarlas. Hay veces que también planteo el buzón del "necesito ayuda", este es totalmente privado y sólo lo lee el tutor o la tutora. Nos hemos encontrado con todo tipo de historias personales, algunas muy duras.
- Estableced "parejas de acompañamiento". Estas parejas me encantan. Se trata de crear parejas en la clase (pueden ir cambiando o no) que se irán haciendo un acompañamiento emocional. Es decir, desde una perspectiva psicológica, serían parejas terapéuticas pero, lejos de entrar en el manido debate sobre hacer terapia en el aula, se trata de dar la oportunidad de que los alumnos aprendan a acompañarse en cortas distancias. Para ello, se les explica que el objetivo es que el compañer@ se dé cuenta de algún aspecto de sí mismo que necesita observar para cambiar (o no) y la función del acompañante es facilitarlo a través de preguntas cortas, reflexiones, invitaciones a ver que ocurriría si se hiciera de otra forma... hay que tener cuidado con las opiniones personales o consejos porque podemos estar diciendo a la otra persona lo que tiene que hacer. Insisto, la idea es que el compañer@ se dé cuenta. A mi esta fórmula me funciona muy bien en cualquier edad y la practico en los coles en lo que asesoro e intervengo, suelo dedicar un ratito a la semana. Es otra de las ecuaciones emocionales que enseñamos a los niñ@s: "aprender a escuchar de una forma activa, ser compasivo y aprender a preguntar sin opinar".
- Otra idea que os propongo es el "Diario reflexivo" o el nombre que queráis: "diario emocional, emocionario, mis reflexiones...". El objetivo no es que cada día se incluya de una forma forzada alguna reflexión, sino que cuando haya algún conflicto personal o grupal o haya ocurrido algo motivo de aprendizaje en general, dediquemos un ratito a escribirlo: "¿qué he aprendido sobre esto que ha ocurrido?". La idea es ordenar el aprendizaje, reflexionar y fijarlo a nivel cognitivo. Igual que nos hacían (hacen) escribir las tablas de multiplicar, escribimos los aprendizajes y conceptos emocionales que aprendemos para recordarlos.
- Estableced un espacio para el agradecimiento si no diario, semanal. Un ratito a la semana para que todos puedan agradecerse, personal o grupalmente, cualquier cosa que sea importante para ellos: "te agradezco la ayuda del otro día con el trabajo, el juego nuevo que me has enseñado, que me invitaras a ir a tu casa, que me ayudases cuando me encontraba mal...". Agradecer es una de las competencias emocionales que más cambios generan en nuestro cuerpo y en nuestras relaciones. No es casual aquello de "es de buen nacido ser agradecido". Practicar el agradecimiento es la base de la pedagogía de la compasión.
Podría continuar los puntos hasta desarrollar un manual (que es uno de los proyectos en los que estoy inmersa) sobre educación emocional o tecnología emocional, pero prefiero ir proponiéndoos ideas de forma resumida y práctica. Cada ciclo da para incluir contenidos adaptados a su edad: historia de vida, árbol genealógico, estilos de apego... pero durante este curso, os iré creando posts para mostraros cómo trabajar diferentes actividades en el aula o artículos de reflexión como docentes. Así que no os angustiéis, cada cosa tiene su tiempo, con lo que os he planteado hay para empezar y si os funciona, tenéis un buen trabajo asegurado.
Aunque escribiré otro artículo sobre "ideas para la reunión informativa de padres y madres de principio de curso", todo esto que os he contado podéis mostrárselo a ellos para que también lo hagan en casa y así continúen lo que estáis trabajando o, por lo menos, que entiendan cuando a una niña le pasa algo y comenta que "va a escribirlo en el buzón de los secretos". Así les ayudáis a que se impliquen y el aprendizaje tenga una continuidad muy sana.